¿Es posible terminar un proyecto público dentro del plazo estimado en el proyecto?
Esta semana finalizábamos la ejecución del Proyecto de Rehabilitación de la Iglesia Parroquial de Hornillos del Camino, un pueblo de la provincia de Burgos ubicado en el Camino de Santiago. Habíamos marcado un calendario estricto para completar las obras y poder inaugurarlas durante las fiestas patronales del municipio, el día 18 de noviembre, San Román.
El proyecto consistía principalmente en restaurar las cubiertas del templo, incluido el entramado estructural de madera que estaba en mal estado. Así como la restauración de dos bóvedas en el interior del templo, restituyendo su geometría original perdida. Se han apeado las bóvedas, para posteriormente proceder al atado de las piezas que componen los nervios con cosidos de fibra de vidrio.
Las particularidades de estos Proyectos de Rehabilitación son los múltiples cambios que hay que gestionar respecto a la planificación original. Durante la ejecución de las obras han surgido desperfectos ocultos en el edificio que había que acometer, muchas veces con urgencia. Para poder controlar de una forma eficaz todos estos cambios de requisitos, hemos realizado un seguimiento más exhaustivo de las obras. Mediante un programa extenso de visitas a la obra y reuniones con los agentes interesados, se tramitaban las decisiones sobre los cambios de requisitos de una forma ágil, y ajustándolos dentro del presupuesto y los plazos que teníamos definidos.
Asumiendo todos los cambios y añadidos al proyecto original, hemos terminado las obras dentro de los plazos establecidos, tanto para la tramitación de subvenciones, como para que lo celebren los vecinos durante su fiesta.
Gestión de Interesados
Parte del proyecto está enmarcada dentro del Plan denominado Restauración de Iglesias 2013, elaborado y aprobado por la Excma. Diputación Provincial de Burgos, el Arzobispado de Burgos y el Ayuntamiento de Hornillos del Camino. Mientras que otra parte sustancial estaba financiada por los propios vecinos del pueblo. Los vecinos están doblemente implicados en el proyecto, como usuarios del edificio, y como promotores económicos del proyecto. Las obras fueron contratadas mediante concurso a la empresa Contratas y Servicios Torre Díez.
Esta característica es propia de cualquier proyecto público, donde debemos trabajar con múltiples administraciones (local, provincial, autonómica), y gestionar con especial cuidado a las expectativas generadas entre la ciudadanía.
Debido a la especial sensibilidad del aspecto económico, la comunicación y la transparencia con todos los agentes implicados tenía una especial importancia. Los datos económicos del proyecto se hacen públicos para todos los vecinos. La inversión final del proyecto ha sido recortado en un 2,4% respecto del presupuesto disponible para las obras.
Gestión de Riesgos en los Proyectos
Al tratarse de una obra en altura, con montajes complicados de andamios y medios de elevación, edificaciones antiguas con patologías estructurales, etc, la posibilidad de sufrir algún tipo de accidente es un riesgo cierto.
A lo habitual en estas obras de restauración, teníamos que añadir el hecho de que el templo ha permanecido abierto durante las obras. Se han recibido más de 50 visitas diarias al templo, además de tener ubicado el refugio de peregrinos justo debajo de las obras.
Desde el proyecto se planificaron los Riesgos y la Coordinación de Seguridad, por lo que podemos contar 0 incidentes durante las obras.
Devolver su dignidad al acceso del templo.
Durante una restauración anterior, se construyó sobre el soportal un forjado de hormigón. Este forjado prefabricado que permanecía a la vista en el soportal de la iglesia, era un elemento a ocultar.
Mediante la construcción de un nuevo techo para el soportal, hemos devuelto la dignidad al acceso del templo. Como no existían restos de las bóvedas originales, que desaparecieron en las sucesivas reformas y ampliaciones del templo, se ha optado por una estructura actual, respetuosa, pero de acuerdo con una estética moderna correspondiente a nuestro tiempo.
El color se ha tomado de los pigmentos que se conservan en las pinturas originales del interior de la iglesia. Por qué no, también hace alusión al azul que acompaña al caminante mientras busca las flechas amarillas por el Camino; O al cielo azul, que es la bóveda de este gran templo que es el Camino de Santiago. Pero, las interpretaciones son personales, y dejamos a cada cual que elija la suya.
Lo más importante, y de lo que nos sentimos más orgullosos, es el haber podido rehabilitar y poner en valor un patrimonio que pertenece a todos los vecinos, y por qué no, también a los peregrinos que pasan por allí.
