En el final de la etapa anterior de crecimiento, el sector inmobiliario perdió por completo la percepción de riesgo de su actividad, estando considerada como una inversión tradicionalmente segura.
Tras la reestructuración del sector, nos encontramos un escenario distinto, con la aparición de nuevos clientes con un perfil más financiero. Estos nuevos players necesitan una mayor certidumbre en la toma de decisiones al operar en un entorno más volátil y con unos márgenes más ajustados.
En la situación actual, los nuevos promotores demandan una gestión completa e integrada del RIESGO de sus proyectos.
Leer más »