Scrum – La búsqueda de los Diez Toros del Zen

Scrum – La búsqueda de los Diez Toros del Zen

Me sorprendió la primera vez que escuché a James Coplein decir que Scrum y Agile, tal y como lo describen los documentos y la bibliofragía es un mito. Scrum no existe!

James O. Coplein es un reputado agilista con contacto directo con Jeff Sutherland que ha desarrollado un extenso trabajo centrado en los patrones organizacionales. Publicó su famoso libro Organizational Patterns of Agile Software Development en el que comparte los patrones que se repiten en aquellas corporaciones que mejor trabajan con marcos de trabajo Agile. Coplein conoce de primera mano miles de empresas en las que se trabaja con Agile, y concretamente con Scrum. De tal forma que me  sorprendió aquella afirmación.

Agile no precisa realizar unos procesos determinados para afirmar que estamos siguiendo los principios ágiles. Para los fundadores de Agile Alliance, no es muy correcto hablar en términos de “somos ágiles”, sino más bien, de “llegamos a ser ágiles”.

La agilidad, tal y como se entiende de los documentos y bibliografía autorizada es un viaje hacia los principios que llamamos ágiles. Se trata sobre pensar, sobre preocuparse y sobre llegar a ser, (Ágil).

 

No interioricé este concepto hasta que leí su último libro colaborativo junto con Jeff Sutherland y la comunidad de práctica The Scrum Patterns Group:  A Scrum Book -The Spirit of the Game. Este libro es el resultado de la investigación de este grupo, y publica aquellos patrones que se han demostrado que funcionan en Scrum. Este libro contine  los patrones que te pueden ser útiles durante este viaje hacia Scrum y Agile.

Algunos de los principios de Scrum provienen de la cultura japonesa. Mucho más profundos que la propia filosofía Lean de Toyota, la cultura japonesa y el Budismo están en el origen profundo de Scrum como una forma de trabajar y vivir, más que simplemente un marco de trabajo.

El Budismo usa la historia de los Diez Toros como una metáfora sobre el viaje Zen hacia el interior de uno mismo. El viaje conecta esta búsqueda personal con los dibujos del maestro Zen Kaku-an Shu-en, quien dibujó el original en el sXII. Un viaje personal que busca la trascendencia del que busca cambiar su naturaleza interior a través de dominar el toro gracias a su esfuerzo y habilidades.

Dominar el toro no es el final del camino. El maestro zen encuentra una naturaleza interior que trasciende, al igual que el Scrum Master descubre cómo la Agilidad y Scrum impacta en la naturaleza y cultura de las organizaciones más allá de su propio proyecto.

El objeto de  Spirit of the Game es ayudarte en este camino: el viaje para descubrir algo más profundo en tu interior y el de tu equipo.

La Búsqueda del Toro.

Recorro interminablemente los pastos de este mundo en busca del toro. 

Atravieso innumerables ríos, perdido en impenetrables perfiles de distantes montañas.

Fallece mi fortaleza y se agota mi vitalidad, no encuentro el toro. 

En la noche sólo oigo el chirriar de las cigarras a través del bosque. 

Mi trabajo es desarrolar productos a través de proyectos. Soy capaz de hacerlo normalmente. He oído hablar de esta cosa llamada scrum, pero no estoy muy seguro de si la gente realmente lo está usando o si funciona.

Lejos de mi hogar, veo muchas encrucijadas, pero desconozco el verdadero sendero que me lleve a mi casa. En la turbación de mis sentidos pierdo incluso mi camino.

Parece algo intuitivo, pero es tan diferente de cualquier cosa que hemos hecho antes que no estoy seguro de que sea correcto.

Estoy cansado de buscarlo.  ¿Qué necesidad hay de buscarlo?

Descubrir sus Huellas.

!Junto a la rivera bajo unos árboles, descubro huellas! 

Incluso sobre el fragante pasto veo sus pisadas. 

Están en lo profundo de las montañas remotas.

Este rastro no puede ocultarse a ninguna nariz que apunte al cielo.

Vi un libro de scrum en la librería. Había oído historias de grandes hombres y mujeres llamados Scrum Masters y Product Owners y de un entorno de prosperidad, de sotware funcionando en treinta días y duplicar la productividad en la mitad del tiempo. A menos que sea capaz de discriminar la realidad, ¿cómo diferenciaré lo cierto de lo falso?

Aún no he atravesado la puerta, pero intuyo el camino. Lo que antes eran sólo sueños e historias, ahora es tan obvio que puedo ver sus huellas en el camino.

Hay algo en Scrum que me intriga, y es real.

Encontrar al Toro.

Oigo la canción del ruiseñor. 

El sol es cálido, la brisa suave, los sauces verdean a lo largo de la ribera,

¡Aquí ningún toro puede ocultarse! 

¿Qué artista podría dibujar tan soberbia cabeza, cornamenta tan majestuosa?

Me he unido al equipo de Scrum, con grandes esperanzas y aspiraciones – Scrum debe estar aquí.

Yo me siento entusiasmado con los órdenes de magnitud y la calidad del resultado al más puro estilo Toyota en cada Sprint. Otros lo describen de manera diferente, pero parece que todos estamos hablando de lo mismo.

Scrum llena mi imaginación y eleva mis expectativas.

Apresar al Toro.

Lo apreso con feroz lucha. 

Su gran poder y voluntad son inagotables. 

Desde la colina embiste a la inalcanzable nube lejana,

O permanece en un barranco impenetrable. 

Intento usar Scrum con mi equipo. Es una lucha entre Scrum y yo, y estoy decidido a convertirme en un auténtico maestro sobre esta cosa llamada scrum. El esfuero para alinearlo con mis objetivos es alto: es como un animal salvaje. Cuanto más trato de doblarlo a mi voluntad, más problemas surgen.

El toro ya esta lejos de su anhelado pasto verde. Pero su mente todavía es terca y sin freno. Mi deseo de someterle me obliga a utilizar métodos menos ortodoxos.

Esto no es lo que quería, y no es el scrum que aprendí en las conferencias ágiles.

La doma del Toro

Preciso el látigo y la soga,  

De lo contrario, se escaparía por caminos polvorientos.

Si está bien domesticado, llega a ser dócil con naturalidad. 

Entonces, sin herraduras, obedecerá a su dueño. 

Todavía estoy tratando de usar Scrum, pero ahora con más éxito. Estoy en armonía con la Guía Scrum.

Scrum parece producir un efecto útil. Envuelve mis viejas prácticas, los métodos menos ortodoxos, pero hace evidente donde me he desviado del buen camino. Los contratiempos y los problemas se convierten más en un juego, que una lucha. No hay conflicto con la forma en que solía hacer las cosas.

Se está tornando en una práctica feliz. ¿O es auto-complacencia?

La ilusión no esta producida por la objetividad; es el resultado de la subjetividad. A través de la ilusión de estar haciendo un buen Scrum, podemos caer en la falsedad de lo que es Scrum.

Amárralo fuerte por el anillo de la nariz y no dudes ni un instante.

Montándolo hasta casa.

Monto el toro, lentamente  regreso a casa. 

El son de mi flauta endulza la tarde. 

Marco con palmas la armonía que me acompaña, y dirijo el ritmo eterno. 

Quien oiga esta melodía se unirá a mí. 

Scrum ahora trabaja para nosotros. La lucha ha terminado, se han equilibrado los esfuerzos con las ganancias producidas por la nueva forma de trabajo.

Estamos ejecutando Sprints y la vida sigue los ciclos de cada Sprint. Otros siguen a mi lado siguiendo el ritmo del Sprint, y un gran equipo emerge.

¿Esto es Scrum? ¿De quién es el Scram? De Jeff Sutherland? Ken Schwaber? ¿Dónde está el mío?

Trascendiendo al Toro.

A horcajadas sobre el toro, llego a mi hogar. 

Estoy sereno.

El toro también puede reposar. 

Empieza a amanecer.

En el plácido descanso, bajo el techo de mi morada, abandono el látigo y la soga. 

Todas las partes trabajan en armonía: Product Owner y equipo; equipo y clientes. Todos trabajan juntos. Dominé al toro deScrum; o Scrum me enseñó cómo hacerlo. Resulta natural y es obvio cómo trabajar. A través de la intuición obviamos el libro con las reglas llamado la Guía Scrum. Ya no percibo que estemos haciendo Scrum. ¿Acaso me importa?

Ambos,  el toro y mi mismidad, trascienden.

Látigo, soga, mismidad, y toro,  todo llega a «no-ser».

Este cielo tiene tal amplitud que ningún término puede abarcarlo.

¿ Como puede existir un copo de nieve en un fuego ardiente? 

Aquí hay  huellas de patriarcas. 

Ahora hay una totalidad aún más amplia donde no hay partes trabajando juntas. No hay límite entre las partes, entre el yo y cómo lo entienden los demás. Somos un todo. No hay equipo ni cliente. No hay un nosotros y ellos.

Ya no estoy seguro de que esto sea Scrum.

Alcanzar la Fuente.

Demasiados pasos se han dado para regresar a la raíz y la fuente. 

!Mejor hubiera sido sordo y ciego desde el inicio! 

Morar en la propia intimidad, indiferente a lo de fuera.

Las aguas del río fluyen plácidas y las flores son rojas. 

Es obvio. La verdad es clara desde el inicio, como el agua de la fuente.

Lo entiendo.

Fue parte de mí todo el tiempo. Lo sabía, pero no sabía que lo sabía. ¿Por qué gasté todo ese dinero en formación y certificaciones?

En el Mundo.

Descalzo y con el pecho al descubierto, me mezclo con la muchedumbre. 

Mis ropas son andrajosas y polvorientas, y siempre mantengo la placidez. 

No uso magia alguna para prolongar mi vida; 

Ahora, ante mí, los árboles muertos aparecen vivos. 

Ahora puedo ayudar a mi organización y empresas en todas partes a aumentar el conocimieto sobre el desarrollo de productos y proyectos.

Estoy feliz. Tan feliz que la gente me llama loco.

Visito el mundo y las empresas que me rodean. SInfluyo sobre sus equipos. Todos los días escuchando a los demás y compartiendo las historias de mis patrones con ellos.

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Fuente: Carlos Pampliega (Scrum – La búsqueda de los Diez Toros del Zen).