Dime como es tu Espacio, y te diré como es tu Equipo
Seguro que te suena esta frase…tiene que ver con cómo es una empresa y cómo se comporta en relación a su espacio de trabajo.
Además guarda relación con el poder e influencia de los entornos de trabajo en el rendimiento y productividad de los equipos. Es decir, cómo el entorno de trabajo condiciona e influye en el comportamiento de las personas, y los resultados de los equipos y organizaciones.
El diseño, la creatividad, lo circular, viene del mundo de las emociones, pasiones, lo estético,…donde la comunicación es más abierta, todo está más conectado, y las posibilidades siempre son mayores, ya que existe mayor movimiento, dinamismo, y en general mayor posibilidad de cambio.
Sin embargo, las oficinas de trabajo, los entornos más tradicionales, tienen más que ver con un mundo más lineal, racional, más cercano a la lógica, que a las artes y humanidades. En definitiva un mundo más rígido y poco moldeable.
¿ Por qué es tan importante diseñar y adaptar los espacios de trabajo hacia un mundo más abierto y dinámico?
Una de las razones principales es porque en estos espacios trabajan personas y profesionales día a día para conseguir sus metas, resultados, oportunidades y avanzar en su propio desarrollo, incluyendo el personal.
El diseño y estructura de una organización tiene mucho que ver con su sistema de trabajo y con su propia cultura. Aspectos que inciden directamente en la salud de ésta, la satisfacción y bienestar de sus profesionales, los resultados de sus equipos y en definitiva en la propia sostenibilidad de la organización.
¿Podemos decir por tanto que existen tantos tipos de organizaciones en relación a sus espacios físicos y lugares de trabajo?
Realmente sí, podemos decir que dependiendo de su estructura, la organización o empresa, tenderá a ser más jerárquica, o por el contrario una organización más horizontal, conocidas ya como Organizaciones Liquidas.
Según Bauman, hoy la mayor preocupación de nuestra vida social e individual es cómo prevenir que las cosas se queden fijas.
Este tipo de empresas requieren espacios diferentes por su propia organización interna, donde no existen silos independientes dentro de su organigrama y cuentan tanto con trabajadores internos como externos y/o colaboradores que entran y salen de la organización sin formar parte del organigrama. El trabajo por proyectos tiene cada vez mayor peso frente a la estructura por departamentos, unido a la diversidad en los equipos de trabajo que requieren espacios con unas características especiales donde poder colaborar. Este tipo de oficinas y espacios, son lugares más abiertos, flexibles y cambiantes.
El sociólogo, Zigmunt Bauman, acuño el concepto de “Modernidad liquida, sociedad liquidad o amor liquido” para definir el actual momento de la historia en el que las realidades sólidas de nuestros abuelos, como el trabajo y el matrimonio para toda la vida, se han desvanecido. Han dado paso a un mundo más precario, provisional, ansioso de novedades y, con frecuencia, agotador. Un mundo que Bauman supo explicar como pocos.
Según Bauman, hoy la mayor preocupación de nuestra vida social e individual es cómo prevenir que las cosas se queden fijas, que sean tan sólidas que no puedan cambiar en el futuro. No creemos que haya soluciones definitivas, y no sólo eso: no nos gustan.
Su planteamiento es muy interesante, y tiene mucho que ver con este nuevo contexto social y de trabajo, donde «todo cambia de un momento a otro». Somos conscientes de esta inestabilidad, y por lo tanto tenemos miedo de fijar nada para siempre.
¿Por tanto, qué significa ser flexible y adaptable?
Significa que no es bueno estar comprometido con nada para siempre, sino listo para cambiar la sintonía, la mente, en cualquier momento en el que sea requerido. Esto crea una situación líquida, como el líquido de un vaso, en el que el más ligero empujón cambia la forma del agua. Y ésto está por todas partes.
Espacios abiertos y flexibles que faciliten el dialogo y comunicación de los profesionales y equipos, que potencien la creatividad y la colaboración.
Este planteamiento muy acertado y cercano al contexto actual, aplicado a las organizaciones, se traduce en un espacio de trabajo abierto y flexible, que se pueda adaptar a las diferentes situaciones y necesidades de la empresa. Espacios que faciliten el dialogo y comunicación de los profesionales y equipos, que potencien la creatividad y la colaboración.
En definitiva ambientes activos, dinámicos, vivos…donde se sienta energía positiva y que ésta fluye en la buena dirección.
En el libro Peopleware sobre Productive Projects and Teams, Tom DeMarco y Timothy Lister, aportan varias ideas sugerentes sobre cómo afecta el espacio de trabajo a la creación de un equipo de proyecto altamente productivo.
Los beneficios de construir este tipo de espacios en las empresas son muchos: potencian la motivación, rendimiento, relaciones personales, colaboración, salud….indicen directamente en la cuenta de resultados de la empresa, tanto en la económica como en la emocional, garantizando su desarrollo y sostenibilidad.
Actualmente están aumentando los conocidos como espacios de coworking y trabajo en colaboración. Un espacio de trabajo donde profesiones freelancer, emprendedores y empresas comparten oficina, con el objetivo de poder establecer sinergias, colaboración, aumentar su red de contactos, además de ahorrarse el alto coste que supone contar con un espacio u oficina propia para su pequeña empresa.
Por otro lado las grandes corporaciones también están modificando sus espacios con este tipo de diseños. Empresas como Google, Youtube, Telefónica, entre otras, tienden cada vez más a contar con este tipo de espacios, donde se pueden integrar de forma más fácil los equipos de trabajo.
El padre el Management, Peter Druckers, acuño el nombre de “Profesionales del Conocimiento” para los profesionales de esta nueva era de la información y conocimiento, que son los que más demandan este tipo de espacios y dinámicas de trabajo.
La productividad laboral, ya no se basa en el número de horas que una empresa o trabajador lleva a cabo en una semana, sino más bien en si el tiempo dedicado a la jornada de trabajo es de calidad, productivo y está generando unos resultados reales para el equipo y la empresa. Ello guarda relación con las necesidades de la empresa y los diferentes tipos de trabajo de sus trabajadores. Los puestos fijos tienden a desaparecer, creándose puestos “mesa caliente”, adaptado a las necesidades de cada momento, proyecto, etc.
Por tanto, y como conclusión, las empresa y entornos de trabajo más moldeables y abiertos tienen equipos más motivados, y a la vez más productivos y con un alto rendimiento, lo cual impacta de forma triple en la empresa, economía y sociedad.
Autor: Ainhoa Carricajo
Psicóloga y Consultora en el área de desarrollo de personas y organizaciones.
Facilitadora en procesos de cambio y desarrollo del talento.