En el final de la etapa anterior de crecimiento, el sector inmobiliario perdió por completo la percepción de riesgo de su actividad, estando considerada como una inversión tradicionalmente segura.
Tras la reestructuración del sector, nos encontramos un escenario distinto, con la aparición de nuevos clientes con un perfil más financiero. Estos nuevos players necesitan una mayor certidumbre en la toma de decisiones al operar en un entorno más volátil y con unos márgenes más ajustados.
En la situación actual, los proyectos de inversión inmobiliaria demandan un mayor análisis del riesgo, que sirva para monitorizar y controlar con precisión la rentabilidad de la operación. El cliente, con un perfil mucho más financiero que antes y para quien el negocio se justifica solo si obtiene la rentabilidad esperada, demanda un exhaustivo control del proyecto que le permita analizar en tiempo real el estado de su inversión, los posibles riesgos y la aplicación de acciones correctivas en caso de desviación.
Los nuevos promotores demandan una gestión completa e integrada del RIESGO de sus proyectos:
Ante la amplia oferta de activos en el mercado, se están realizando ANÁLISIS COMPARATIVOS de distintas operaciones para establecer los criterios de selección de los proyectos.
Durante el proceso de planificación, se analizan distintas configuraciones para un mismo proyecto, y sus riesgos aparejados, lo que permite OPTIMIZAR LOS ACTIVOS del cliente y responder de forma ágil a las demandas cambiantes del mercado.
Para asegurar la correcta ejecución de los proyectos cobra mayor importancia el PROJECT MONITORING, controlando las principales variables y riesgos en fase de ejecución, y realizando proyecciones a la finalización de proyecto que garanticen el cumplimiento de los objetivos. El control de costes pasa también por que el PM elabore un pronóstico de coste final alineado con los objetivos del proyecto y desarrolle un proceso continuo de ingeniería de valor que permita al promotor analizar alternativas con planteamientos de ahorro de costes.
El Project Monitoring está adquiriendo una importancia creciente, especialmente por parte de las entidades financieras, que quieren controlar de una forma más exhaustiva y monitorizar los préstamos y las garantías de las promociones. El PM controla los flujos monetarios y la realidad del estado de ejecución de las promociones, siendo un agente independiente que aporta fiabilidad y confianza entre promotor, constructor y entidades financieras.
Estos servicios asociados a la Gestión de Riesgos ya lo están demandando empresas y fondos de inversión extranjeros para garantizar la rentabilidad de sus inversiones. Pero no deberían ser los únicos. Desde el punto de vista local, la nueva situación nos obliga a reestructurar un sector inmobiliario español con mayor profesionalización en los Proyectos, donde la Gestión de Riesgos sea una componente esencial de los mismos.
