Espacio Musical y Espacio Arquitectónico (02)

…CONTINUACIÓN (Espacio Musical y Espacio Arquitectónico 01)

Música y Arquitectura-La TourettePor otra parte, aunque están íntimamente relacionadas en su carácter cósmico, Semper habla del espacio arquitectónico y el espacio musical como mundos en la práctica separados. Mientras que el primero es creado mediante inertes y pesadas masas de materia LO ESTÁTICO, el segundo proviene del fugaz reino de los sonidos provocados por el movimiento LO DINÁMICO.

Sin embargo, mientras que en arquitectura lo estático implica lo dinámico a través del movimiento potencial, en música , lo dinámico implica lo estático mediante el equilibrio estático. (Principio de d´Alembert).
A continuación se expone un esquema explicativo de las reflexiones anteriores.
Se incluye a continuación el texto de Gottfied Semper: “Relación de la tectónica con las otras artes”, incluido en “Los Elementos Básicos de la Arquitectura”, extraído de: HERNÁNDEZ  LEÓN, Juan Miguel.: «La casa de un solo muro«. Ed. Nerea. Madrid, 1990. Anexos pp. 117 a 123 y 125 a 146. (Texto incluido en bibliografía).
“Como arte cósmico, la tectónica forma una tríada con la música y la danza, puesto que, como ellas, no es un arte imitativo; además, las tres tienen el mismo concepto cósmico de su misión, y parecida forma idealista de expresión, aunque cada una actúe de forma distinta. En la música, además, sus leyes determinan la forma y el embellecimiento, mientras que el ornamento subraya la armoniosa labor conjunta de los distintos elementos. Pero mientras que la tectónica aspira a crear un espacio mediante inertes y pesadas masas de materia, la vivísima expresión de la música proviene del fugaz reino de los sonidos provocados por el movimiento; la música persigue lo que es acústicamente perceptible, moldeándolo y dándole forma de acuerdo con leyes análogas a las de la tectónica [fols. 1-2].

 

Textos extraídos:
«Una diferencia básica de representación se deriva necesariamente de los distintos medios utilizados por ambas artes.
Aunque el oído es capaz de recibir simultáneamente varios sonidos, es característico que los reciba y reúna de manera sucesiva, para transformarlos en un conjunto coherente, que como símbolo lingüístico hace surgir un pensamiento, como música nos conmueve profundamente, o como canción obtiene ambos efectos. Por el contrario, el ojo es el órgano que puede absorber simultáneamente mayor número de impresiones, al menos al contemplar un objeto artístico, pero es menos capaz de transformar impresiones sucesivas en un conjunto coherente, porque cuando el ojo se mueve con rapidez las impresiones se mezclan, y cuando lo hace con lentitud se hacen imprecisas.
Por otra parte, la secuencia de impresiones visuales raramente puede ser determinada por el artista; depende de la impredecible forma de percepción del espectador. En cambio, el especial carácter de la música consiste en organizar la sucesión de los sonidos y controlar los tonos rítmicos y melodiosos conforme van cambiando, a veces gradualmente, otras de forma brusca; mediante este poder la música capta la atención del oyente y ejerce sobre su mente un efecto mágico.
Por esta diferencia, las dos artes, por otra parte íntimamente relacionadas por su carácter cósmico, son en la práctica mundos separados: el ideal de la tectónica es lo estático; el de la música, lo dinámico.
Pero del mismo modo que lo estático implica lo dinámico, en la tectónica se afirma el movimiento potencial; inversamente, siguiendo más o menos el principio de d’Alembert, el movimiento musical puede reducirse a equilibrio estático.
Los griegos eran conscientes de esta íntima relación entre las dos artes; ciertamente, a partir de esta premisa desarrollaron los principios sublimes de la teoría que las englobaba. Crearon
términos sinónimos para designar cualidades de la belleza formal en ambas artes, como armonía, simetría, analogía, euritmia y ritmo; no está claro a cuál de las dos artes se aplicaron originalmente estos términos. Normalmente, nosotros hablamos del «tono» de un color, o aplicamos el término a los sonidos agudos o graves, o a reposo o movimiento si se trata de arquitectura. No son sólo expresiones simbólicas o simples analogías, sino que en realidad expresan cualidades idénticas, salvo que cada arte consigue sus fines por medios distintos.»

Música y Arquitectura-salineropampliega

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